La vitamina B6 ayuda a controlar los neurotransmisores, las sustancias químicas que transmiten señales entre los nervios. Tanto los niveles bajos como los excesivos pueden afectar la función nerviosa.
Síntomas de deficiencia: hormigueo en manos y pies, irritabilidad, confusión y anemia.
Factores de riesgo: mala alimentación, alcoholismo o ciertos medicamentos como la isoniazida.
Prevención: Consuma plátanos, aves, cereales fortificados y papas. Evite siempre los suplementos de dosis alta, a menos que se los receten.
3. Deficiencia de vitamina B1 (tiamina)
La tiamina es crucial para transformar los alimentos en energía y favorecer la salud nerviosa. Su deficiencia puede destruir los nervios periféricos y causar entumecimiento o debilidad.
Causas de deficiencia : consumo crónico de alcohol, desnutrición o uso prolongado de diuréticos.
Condiciones asociadas: beriberi y síndrome de Wernicke-Korsakoff.
Fuentes alimentarias: cereales integrales, frutos secos, semillas, carne de cerdo y legumbres.
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