Factores de riesgo: dependencia del alcohol, mala alimentación o ciertas afecciones gastrointestinales.
Fuentes alimenticias: aves, pescado, maní y granos fortificados.
Cuándo preocuparse
El hormigueo ocasional que se intensifica al cambiar de postura suele ser inofensivo. Sin embargo, si el entumecimiento es persistente, se extiende o se asocia con debilidad, mareos o confusión, no debe descuidarse. Las deficiencias vitamínicas suelen corregirse con cambios en la dieta o suplementos, pero si no se tratan, pueden producirse daños nerviosos a largo plazo.
