Estas personas quieren ponerte en un pedestal (o encerrarte en una caja de cristal sofocante) y hablarte por encima cuando las cosas se complican demasiado. Usarán palabras como “valiente” y “gracia” mientras te silencian.
Verás esto mucho en torno a actos violentos horribles. ¿Por qué tantos periodistas le preguntan a alguien que ha sufrido el asesinato reciente de un ser querido si perdona al asesino? ¿Para quién es eso? ¿A quién sirve? No necesitas comportarte por nadie.
Y por cierto: la resiliencia es algo que se desarrolla después de una pérdida. No es lo que tienes en lo peor.
7. El público que paga
¡Estas personas aparecen y esperan que actúes! ¡Tu! ¡Tristeza! Harán preguntas inquisitivas o querrán los detalles más espeluznantes de la muerte de tu ser querido. Parecen tener una necesidad enfermiza de verte desmoronarte.
8. Imbéciles felices, también conocidos como los que siempre dicen “¿Qué? ¿Pasó algo?”
Minimizadores, buitres, imbéciles felices, competidores en las Olimpiadas Tristes y otras personas que seguramente conocerás en tu viaje de duelo.
