Reduce el consumo de azúcares añadidos y carbohidratos refinados.
Elige frutas y verduras frescas, proteínas magras y cereales integrales.
Aumenta tu actividad física:
La actividad física ayuda a las células a utilizar la glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina.
Mantente hidratado:
Beber suficiente agua ayuda a eliminar el exceso de azúcar a través de la orina.
Controla el estrés:
El estrés libera hormonas (como el cortisol) que elevan los niveles de azúcar en sangre.
Practica respiración profunda, yoga o meditación.
Controla tus niveles regularmente:
Si tienes diabetes o prediabetes, controla tus niveles de glucosa con la frecuencia que te indique tu médico.
✅ Conclusión
El nivel alto de azúcar en sangre no siempre produce síntomas inmediatos, pero con el tiempo puede causar daños graves al corazón, los riñones, los nervios y los ojos.
Presta atención a las señales de tu cuerpo: La detección temprana y los hábitos saludables pueden prevenir complicaciones.
Lleva una dieta equilibrada, haz ejercicio, duerme lo suficiente y consulta a tu médico si notas alguno de estos síntomas.
🌿 Tu cuerpo te está comunicando constantemente. Aprender a escucharlo es el primer paso para cuidar tu salud.
Heridas de lenta cicatrización
La hiperglucemia prolongada daña los vasos sanguíneos y los nervios, dificultando la circulación y la cicatrización.
Las heridas e infecciones pueden tardar más en sanar.
