Mantén un peso saludable: El sobrepeso obliga al sistema circulatorio a trabajar más, aumentando el riesgo de trombosis y ACV.
Controla la presión arterial y el colesterol: Realiza controles médicos periódicos, especialmente si tienes antecedentes familiares de problemas cardíacos.
Eleva las piernas antes de dormir: Colocar una almohada bajo los pies puede mejorar el retorno venoso y evitar calambres nocturnos.
El cuerpo suele avisar cuando algo no anda bien, incluso mientras dormimos. Escuchar esas señales, adoptar hábitos saludables y acudir al médico ante cualquier síntoma persistente son pasos fundamentales para prevenir complicaciones circulatorias y mantener una buena calidad de vida después de los 40.
