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Desaparición del apetito: cuando el cuerpo comienza a retirarse
Uno de los signos físicos más observados antes de la muerte es la pérdida de apetito. No se trata simplemente de falta de hambre o sed, sino de un proceso natural en el que el cuerpo reduce sus necesidades para concentrarse en lo principal: prepararse para la transición. Este cambio no es necesariamente una señal de sufrimiento. Al contrario, puede indicar que el cuerpo y la mente están trabajando en sincronía para esta transición.
Refugio en el interior: la necesidad de soledad antes de la despedida
Puedes notar que una persona, al final de su vida, se distancia gradualmente de su entorno, incluso de sus seres queridos. Este retraimiento puede resultar sorprendente, pero no es infrecuente. A menudo es una necesidad instintiva de volcar la atención hacia el interior, de reflexionar sobre uno mismo. Esto no es un rechazo al amor ajeno, sino una forma de encontrar la paz interior necesaria para afrontar la gran transición.
