En resumen
La familia es un pilar de ternura, pero la felicidad no depende solo de ella. Cultivar la salud, nutrir la mente, cultivar las amistades y dar sentido a cada día es la mejor manera de envejecer con dignidad y felicidad.
Porque a cualquier edad podemos repetirnos con orgullo:
“Mi felicidad es algo que yo mismo creo, un día a la vez”.
