Sí, a veces nos sentimos agotados. Sí, a decir verdad, no es tan grave. Y entonces…
Duerme con base, rímel o lápiz labial puesto, aplicando una mezcla de residuos en tu piel: suciedad, sebo, aceite, polvos. ¿El resultado? Poros dañados, imperfecciones, una tez apagada y un envejecimiento cutáneo acelerado. ¡Y tu funda de almohada tampoco sale ilesa!
Lo correcto: tener siempre a mano agua micelar o toallitas desmaquillantes, incluso en la mesita de noche.
Caza los piccoli piumini y los guisantes visibles
Un bigote ligero, unas cejas demasiado pobladas o algunos pelos en la barbilla… Son detalles, sin duda, pero influyen en la percepción de la frescura del rostro.
