Dolores de cabeza persistentes, dolor de espalda o dolor abdominal.
Dolor sin causa clara que empeora con el tiempo
4) Cambios en la piel o lunares
La piel suele “hablar” del estado del cuerpo, especialmente en el caso del melanoma. Pero otros cambios, como el amarilleo, el oscurecimiento o el enrojecimiento, también pueden estar asociados con enfermedades internas.
Esté atento a:
Lunares nuevos o cambios en los existentes (forma, color, tamaño)
Lesiones que pican, sangran o no cicatrizan
Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
5) Tos o ronquera persistente
Una tos persistente, especialmente si es seca, dolorosa o con sangre, podría ser un síntoma temprano de cáncer de pulmón, garganta o tiroides. La ronquera que dura más de tres semanas es motivo de preocupación.
Esté atento a:
