5. Pomelo
También es rico en flavonoides, especialmente en naringina, que tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a proteger los vasos sanguíneos de los daños, a la vez que promueve una mejor circulación.
Además de sus efectos anticoagulantes, el pomelo también ayuda a reducir el colesterol gracias a su contenido en pectina, una fibra soluble que se une a las grasas y al colesterol en el intestino para favorecer su eliminación.
6. Naranjas
Los flavonoides que contienen favorecen la circulación sanguínea y previenen la coagulación excesiva de la sangre. Su alto contenido en vitamina C es importante para la producción de colágeno, lo que contribuye a mantener la salud de los vasos sanguíneos.
Las naranjas también contienen hesperidina, un compuesto que ha demostrado mejorar la función de los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. Al ayudar a mantener la presión arterial bajo control y promover una función vascular adecuada, las naranjas disminuyen el riesgo de coágulos sanguíneos.
7. Las bayas
Las bayas se clasifican como superalimentos porque contienen numerosos polifenoles que ayudan a combatir la inflamación y el colesterol, lo que puede prevenir la formación de coágulos sanguíneos. También son ricas en salicilatos, similares a la aspirina, lo que potencia sus efectos anticoagulantes.
Además de su capacidad para disolver coágulos sanguíneos, las bayas mejoran la salud cardiovascular al regular el colesterol, reducir el estrés oxidativo y disminuir la rigidez arterial. Esta protección cardiovascular integral convierte a las bayas en un componente esencial de cualquier dieta destinada a reducir el riesgo de trombosis.
