Sin embargo, otras causas también pueden explicar estos cambios, por lo que es importante consultar a un médico de inmediato para evaluar la situación.
Dolores de cabeza repentinos e intensos
Un dolor de cabeza repentino e intenso puede indicar un ictus. El dolor puede deberse a una obstrucción del flujo sanguíneo (isquémico) o a una hemorragia cerebral (hemorrágica). En el caso de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, el dolor de cabeza suele describirse como el peor de la vida de la persona, a veces acompañado de pérdida del conocimiento.
Estos fuertes dolores de cabeza también pueden indicar un riesgo inminente de rotura de un aneurisma.
Nota: No todos los dolores de cabeza se asocian a un accidente cerebrovascular, pero se recomienda supervisión médica.
Entumecimiento o debilidad en las extremidades
El entumecimiento o la debilidad repentinos, especialmente en un lado del cuerpo, son un síntoma clásico de un posible accidente cerebrovascular. Estos signos pueden indicar una reducción del flujo sanguíneo al cerebro, similar a un AIT, y requieren atención médica inmediata para prevenir daño cerebral permanente.
Diferencia entre accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico
Un accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo al cerebro, posiblemente como resultado de una fibrilación auricular o la formación de placa en las arterias. La fibrilación auricular es una arritmia cardíaca que aumenta el riesgo de formación de coágulos que causan accidentes cerebrovasculares isquémicos.
