8 señales extrañas de que tu cuerpo podría estar advirtiéndote sobre el cáncer de páncreas

4. Coloración amarillenta de la piel o los ojos (ictericia).
Puede que lo notes en el espejo o cuando alguien te diga: «Tienes la piel un poco amarilla». La ictericia es uno de los signos de alarma más visibles y se produce cuando un tumor obstruye el conducto biliar. La bilis, al no poder drenar correctamente, se filtra al torrente sanguíneo, dando a la piel y los ojos un tono amarillento.

Dato adicional: Tu orina puede oscurecerse y las heces volverse pálidas o grasosas.
Información científica: La acumulación de bilis significa que tu hígado está sobrecargado, lo que puede causar picazón generalizada, un síntoma que se confunde fácilmente con piel seca.

Es preocupante, pero detectarlo a tiempo podría significar diagnosticar el cáncer antes de que se extienda. Y si crees que el color amarillento es el único síntoma extraño, piénsalo de nuevo…

5. Problemas digestivos e hinchazón.
La hinchazón no es solo una molestia a la hora de cenar; puede ser una señal temprana de que tu páncreas no funciona correctamente. Cuando las enzimas digestivas no se liberan adecuadamente, las grasas quedan sin digerir, lo que provoca gases, hinchazón o heces aceitosas que flotan.
Imagina esto: después de cada comida, te sientes incómodamente lleno, incluso con alimentos ligeros. Esa sensación de pesadez en el estómago podría no ser normal.

Posibles pistas:

Indigestión frecuente.
Heces pálidas y malolientes.
Malestar estomacal después de comer
. Algunas personas lo describen como si la comida se les quedara ahí para siempre. Si esto le resulta familiar, quizás le interese seguir leyendo, porque el siguiente síntoma podría aparecer cuando menos lo espere.