Al sistema inmune también le salen ‘arrugas’: ¿qué ocurre cuando nuestras defensas envejecen?

El paso de los años afecta a nuestra protección inmunológica de forma distinta que a los huesos, cerebro u hormonas. Nuevos hallazgos ofrecen valiosas pistas al respecto

El envejecimiento supone un gran desafío económico y sanitario para las sociedades occidentales. En España, por ejemplo, un tercio de la población será mayor de 65 años en 2055. Estas cifras apuntan a un incremento de casos de patologías asociadas a la edad, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, sin olvidar el aumento de las personas susceptibles a enfermedades infecciosas y autoinmunes.

Para prevenir o ralentizar esas consecuencias, resulta esencial comprender los cambios que experimenta nuestro cuerpo con el paso del tiempo. Es fácil entender qué ocurre en los huesos, el cerebro o las hormonas, pero ¿de qué manera afecta el envejecimiento a nuestras defensas?

Como veremos más adelante, nuevos hallazgos sobre la naturaleza de las enfermedades autoinmunes (cuando el sistema inmune ataca por error a nuestro propio cuerpo) nos están proporcionando pistas valiosas al respecto.