Esta mañana salí al jardín, solo para regar las flores y comprobar si los gatos ya habían hecho caca, como suelen hacer. Pero en cuanto abrí la verja, me invadió un olor horrible. Tan fuerte que me oprimió el pecho y me dio un sabor metálico en la boca.
Di unos pasos y me quedé paralizada. En el suelo, cerca del parterre, algo se movía. 🫣 Frente a mí había una extraña formación rojiza y viscosa, como si la hubieran dado la vuelta. Olía a carne podrida, como si alguien hubiera escondido un animal muerto cerca. Retrocedí con el corazón latiéndole con fuerza, y pensamientos terribles me inundaron la mente.
“¿Qué es esto? ¿Una larva? ¿Una criatura extraña? ¿O… los restos de un extraterrestre?” No lo entendía. 😲
Saqué el móvil, le hice una foto y, conteniendo la respiración por el hedor, busqué respuestas en internet.
Escribí “rojo, viscoso, podrido” en el buscador, y el primer resultado me dio escalofríos. Decía:
