Imagínate ducharte y de repente notar que caen residuos extraños en el desagüe… Eso es exactamente lo que le pasó a un hombre, que corrió al urólogo presa del pánico. Lo que descubrió fue tan sorprendente como desconcertante…
¡Un descubrimiento inesperado en la ducha! Todo comenzó cuando el paciente experimentó una incomodidad inusual al ducharse. De repente, pequeños fragmentos de una sustancia endurecida se desprendieron y cayeron al desagüe.
Pensando de inmediato en cálculos renales, decidió consultar a un especialista de inmediato. Fue directo a la clínica del Dr. Chen Zhao’an, un urólogo experimentado de Taichung, Taiwán. Tras examinar a su paciente, descubrió una acumulación notable, que probablemente llevaba allí tres décadas.
Décadas de higiene íntima descuidada! El médico descubrió una gruesa capa amarillenta bajo el prepucio del paciente: esmegma, una mezcla de sebo, células cutáneas muertas e impurezas. Este fenómeno natural suele eliminarse con una higiene íntima adecuada, pero en este caso se había acumulado con el tiempo, formando una masa dura y maloliente. El olor que emanaba era tan fuerte que inundaba toda la habitación. El médico, asombrado, se dio cuenta de que esta acumulación había persistido durante casi 30 años. El hombre desconocía por completo que su prepucio podía retraerse para una limpieza eficaz.
Una acumulación excesiva que podría haberse evitado! Según el Dr. Chen, estos casos aún son poco frecuentes, pero atiende aproximadamente uno cada dos años. Recuerda que basta con lavarse a diario con agua y jabón suave para evitar una situación tan extrema. El esmegma es un fenómeno natural, pero si no se limpia con regularidad, puede engrosarse, causar infecciones, inflamación e incluso contribuir a afecciones como la fimosis (un estrechamiento que impide la retracción del prepucio).
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