1. Luz solar directa (mínimo 6 horas al día)
El romero necesita sol para florecer. Colócalo en una ventana bien iluminada o en un balcón con orientación norte o poniente.
2. Sustrato bien drenado
Usa una mezcla de tierra con arena o perlita. El romero no tolera el exceso de humedad.
3. Riego moderado
Deja secar la tierra entre riego y riego. Un truco: introduce un palillo, si sale seco, es hora de regar.
4. Maceta con buen drenaje
Asegúrate de que tu maceta tenga agujeros en la base. El encharcamiento pudre las raíces y evita la floración.
5. Poda ligera en primavera
La poda estimula nuevos brotes y favorece la floración. Corta las ramas secas o que crecen demasiado.
