3. Consumo de probióticos
Los probióticos, presentes en alimentos como el yogur, el kéfir y los fermentos, favorecen el equilibrio de la flora intestinal. Esto no solo mejora la digestión, sino que puede reducir el riesgo de enfermedades intestinales.
4. Practicar ejercicio regularmente
La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también favorece la motilidad intestinal. Se recomienda al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana.
5. Reducir el consumo de carne roja y procesada
Se ha demostrado que un alto consumo de carne roja y procesada puede aumentar el riesgo de cáncer de colon. Optar por proteínas magras como pollo, pescado o fuentes vegetales es una estrategia más saludable.
