El hijo del multimillonario sufría dolores,hasta que la niñera le quitó algo misterioso de su cabeza…
En la mansión de estilo brutalista de Pedregal, el silencio de la madrugada fue violentamente quebrado por un grito que no parecía humano. Era el pequeño Leo, de 7 años, retorciéndose en su cama de sábanas de seda, aferrándose a las sábanas con fuerza desesperada. A su lado, el millonario Roberto se sostenía la cabeza … Read more