El diagnóstico suele ser tardío: la edad promedio en el momento de la detección es de 71 años para los hombres y 74 para las mujeres. Para entonces, más de tres cuartas partes de los tumores ya son inoperables. Solo la extirpación quirúrgica completa ofrece una posibilidad de supervivencia a largo plazo, de ahí la importancia de la detección temprana.
Los dos síntomas que nos perdimos
Mirando hacia atrás, hubo dos señales de advertencia claras que deberíamos haber tomado más en serio.
1. Dolor abdominal o de espalda persistente

Al principio, mi padre se quejó de problemas de espalda, que atribuyó a su postura y edad. Pero el dolor persistió, se extendió a la parte superior del abdomen y empeoró por la noche o después de comer.
Este tipo de dolor sordo e irradiado, especialmente cuando persiste o se intensifica, es un signo temprano común de cáncer de páncreas. Desafortunadamente, a menudo se confunde con problemas digestivos o musculares menores.
