2. Necesidad frecuente de orinar
Si sientes ganas de orinar con más frecuencia de lo habitual, incluso sin aumentar tu consumo de líquidos, puede ser una señal temprana de alerta.
3. Dolor o ardor al orinar
Una sensación de escozor o molestia al orinar puede confundirse con una infección urinaria.
👉 Si el síntoma persiste después del tratamiento con antibióticos, es importante consultar a un médico.
4. Dificultad para orinar
Tener problemas para iniciar la micción o experimentar interrupciones en el flujo de orina puede indicar una alteración en la vejiga o en el tracto urinario inferior.
5. Dolor en la parte baja de la espalda o en la pelvis
A medida que la enfermedad avanza, puede causar dolor constante o punzante en la zona lumbar o pélvica. Este síntoma puede reflejar que el cáncer se ha extendido a tejidos cercanos.
6. Pérdida de peso inexplicable
La pérdida rápida y no intencionada de peso es una señal que puede acompañar a muchos tipos de cáncer, incluido el de vejiga.
Esto suele deberse a que el cuerpo consume más energía luchando contra las células cancerosas.
7. Fatiga crónica y debilidad
El cáncer puede afectar la producción de glóbulos rojos y causar anemia, lo que se traduce en cansancio constante, falta de energía y dificultad para concentrarse.
