Cómo conseguir unas manos suaves, sin arrugas y con aspecto juvenil con bicarbonato de sodio y vaselina

Exfolia sin irritar.
Suaviza las líneas de expresión y las zonas ásperas.
Sella la hidratación durante la noche.
Crea una capa protectora que permite que la piel se regenere de forma natural.
Pero el verdadero secreto está en cómo y cuándo los usas.

Paso a paso: El ritual nocturno de renovación de manos.
Este método funciona mejor si se realiza antes de acostarse, permitiendo que la piel se repare durante la noche, al mismo tiempo que el cuerpo regenera sus células.

Ingredientes:

1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de vaselina
(opcional) unas gotas de aceite de oliva o vitamina E
Instrucciones:

Mezcla bicarbonato de sodio y vaselina en un recipiente pequeño hasta obtener una pasta homogénea.
Masajea suavemente la mezcla en tus manos durante 2-3 minutos, prestando especial atención a los nudillos y las zonas ásperas.
Déjala actuar durante 15-20 minutos; o, para un tratamiento más profundo, usa guantes de algodón durante la noche.
Enjuaga suavemente con agua tibia por la mañana y aplica tu crema hidratante habitual.
Notarás que tus manos están más suaves al instante, pero la verdadera transformación se consigue con el uso constante durante algunas semanas.

La ciencia de la renovación: cómo funciona mientras duermes.
Tu piel se repara de forma más eficaz durante el descanso. Por la noche, la circulación mejora y la absorción de los ingredientes activos aumenta, lo que permite que actúen con mayor profundidad.

El bicarbonato de sodio elimina suavemente las células muertas de la piel, mientras que la vaselina retiene la humedad y previene la pérdida de agua, permitiendo que la piel respire, se repare y se regenere.