Ahora debes comenzar a esparcir las semillas de pimiento en la tierra que pusiste en la maceta y regarlas una vez al día: después de tres días solo notarás pequeños brotes verdes.
Recuerda colocar la maceta con las semillas de pimiento en un lugar fresco y luminoso, pero no demasiado brillante, donde los rayos del sol no incidan directamente sobre los brotes.
Lo que sucedió después de solo siete días es aún más asombroso: las plántulas ya han echado raíces y están listas para crecer de nuevo. Así que coloca la maceta en un lugar cálido y luminoso y no olvides regar la tierra al menos una vez al día.
