Consecuencias poco conocidas de la extirpación de la vesícula biliar: impactos en la salud a tener en cuenta

Después de la cirugía, el cuerpo continúa produciendo bilis desde el hígado, pero su flujo se vuelve constante, lo que puede provocar diversos efectos secundarios:

Dificultad para digerir las grasas
Sin un depósito de almacenamiento, la bilis se libera continuamente, lo que puede dificultar la absorción de grasas. Ciertos alimentos ricos en grasas se vuelven más difíciles de digerir, lo que a veces provoca diarrea o hinchazón.

Trastornos digestivos y reflujo biliar
Un flujo biliar descontrolado puede favorecer su reflujo hacia el estómago, causando ardor y dolor similar al reflujo ácido.

Desequilibrio de la microbiota intestinal
La bilis tiene propiedades antibacterianas naturales. Su flujo continuo puede alterar la flora intestinal, aumentando el riesgo de trastornos digestivos o inflamatorios.

¿Cuáles son los riesgos a largo plazo después de la cirugía? Aunque el procedimiento generalmente se tolera bien, pueden surgir algunos problemas con el tiempo: