Jugo de Limón: Es un agente rico en Ácido Cítrico (AHA) y vitamina C. El ácido cítrico actúa como un exfoliante químico suave, ayudando a disolver la capa de células muertas que se acumulan en la superficie de la piel. Esto promueve la renovación celular, revelando una piel más brillante y uniforme. La vitamina C es un potente antioxidante que puede ayudar a inhibir la producción de melanina, reduciendo manchas y aportando luminosidad. No obstante, el jugo de limón puro es muy ácido (pH bajo) y puede ser extremadamente irritante, causando sequedad, enrojecimiento y fotosensibilidad, haciendo a la piel más vulnerable al daño solar.
Bicarbonato de Sodio: Este ingrediente genera el mayor debate. El bicarbonato tiene un pH altamente alcalino (alrededor de 9), mientras que el manto ácido protector de la piel tiene un pH de aproximadamente 4.5 a 5.5. La aplicación de una sustancia tan alcalina puede alterar gravemente la barrera cutánea, debilitándola, deshidratándola y haciéndola más susceptible a infecciones e irritaciones. Su función en esta receta es la de un exfoliante mecánico suave y un agente espumante/limpiador, pero su uso frecuente es desaconsejado por la mayoría de dermatólogos.Cuidado de la piel
Dada la naturaleza potencialmente irritante del limón y el bicarbonato, esta preparación debe considerarse como una mascarilla de uso ocasional (no más de una vez por semana) y no como una crema de uso diario.
