Crema casera de colágeno

Una piel más tersa y firme, con una reducción visible de las líneas finas y arrugas.
Mayor hidratación y suavidad en el rostro, gracias a las propiedades humectantes de la miel.
Un tono de piel más uniforme y una atenuación de las manchas leves, gracias a la vitamina C del limón.
Un aumento en la luminosidad natural de tu piel, dándole un aspecto más radiante y juvenil.
Consejos y variaciones
Aquí te dejo algunos consejos adicionales y variaciones que puedes probar para personalizar tu crema casera anti-edad y adaptarla a tus necesidades específicas:

Uso nocturno: Es fundamental utilizar esta crema únicamente por la noche, ya que el limón puede sensibilizar la piel a la luz solar. Si la usas durante el día, asegúrate de aplicar protector solar.
Prueba de sensibilidad: Antes de aplicar la crema en todo el rostro, realiza una prueba en una pequeña zona de la piel (como en la parte interna del brazo) para verificar que no cause irritación o alergia.
Potencia los efectos: Complementa el uso de esta crema con una buena hidratación diaria (bebe suficiente agua) y una dieta rica en frutas y verduras, que son fuentes importantes de vitaminas y antioxidantes.
Añade aceites esenciales: Para un extra de hidratación y beneficios, puedes añadir unas gotas de aceite esencial de rosa mosqueta, lavanda o árbol de té a la mezcla.