Un nivel alto de azúcar en la sangre puede obstruir los vasos sanguíneos, afectando gravemente el cerebro. Las consecuencias incluyen accidentes cerebrovasculares, hemorragias cerebrales y atrofia muscular. Estas afecciones pueden ser mortales si no se tratan de inmediato.
A tener en cuenta: Problemas del habla, debilidad en un lado del cuerpo o fuertes dolores de cabeza.
Proteinuria: un signo de deterioro renal
