Su estado de ánimo depende de su presencia.
Cuando él está allí, todo parece más sencillo: ella es más expansiva, más abierta, más alegre.
Sin embargo, cuando el contacto es poco frecuente, parece distraída y menos disponible emocionalmente. Este cambio de humor suele reflejar un fuerte apego emocional que va más allá de la simple amistad.
Ella protege discretamente esta relación.
Si alguien menciona su estrecha relación, ella a menudo le resta importancia: “Solo somos amigos”.
No es un deseo de esconderse, sino más bien una manera de preservar un vínculo que ella describe como frágil, incluso difícil de explicar, incluso para ella misma.
Ella parece más lejos de la casa.
Cuando una parte importante de la energía emocional se invierte en otra parte, a veces puede surgir una forma de distancia en la pareja.
Habla un poco menos, parece más distraída, como absorta en pensamientos que se guarda para sí misma. Esto no siempre es intencional: suele ser una confusión interna entre la lealtad y la necesidad de reconectar consigo misma.
Ella siente una tensión interna.
Esta es probablemente la señal más reveladora: ella valora su relación, pero al mismo tiempo siente una cercanía emocional en otro lugar.
Esta mezcla de apego y cuestionamiento la lleva a reflexionar sobre sus necesidades, sus emociones y la calidad de la comunicación en su matrimonio.
