¡Pero la buena noticia es que por fin hay una solución a este problema!
En este artículo, te mostraremos un método sencillo que puede resolver tu problema rápidamente. Solo tienes que seguir las instrucciones:
Este tratamiento debe realizarse por la noche antes de acostarse.
Pon unos 10 litros de agua en un recipiente (el agua debe estar tan caliente como tus pies puedan tolerar).
Agrega un puñado de sal y medio litro de vinagre de manzana.
Revuelve bien la mezcla.
Introduce los pies en el recipiente y permanece allí hasta que el agua se enfríe.
Enjuágalos, envuélvelos en una toalla seca y acuéstate
. Mantén los pies calientes. Por lo tanto, se recomienda dormir con una toalla, sábana o manta envuelta para mantenerlos calientes.
Al día siguiente, levántate con pantuflas y no camines descalzo.
El dolor desaparecerá después del primer tratamiento. Repita este procedimiento cada seis meses o cuando vuelva a sentir dolor; ¡se sorprenderá con los resultados!
