Todos los tipos de rábanos contienen compuestos que ayudan a combatir el cáncer. Son especialmente beneficiosos en invierno, ya que promueven la salud pulmonar, diluyen la mucosidad y facilitan la digestión.
El sabor ácido de los rábanos proviene del aceite de mostaza, que estimula el tránsito intestinal y ayuda al cuerpo a expulsar carcinógenos.
Tomates: Ricos en licopeno
Los tomates deben su color rojo brillante al licopeno, un poderoso antioxidante que ayuda a prevenir el crecimiento de células cancerosas, en particular el cáncer de endometrio, que se cobra casi 8000 vidas al año.
Protege contra el cáncer de endometrio, pulmón, próstata y estómago.
Cómo consumirlo: Los tomates cocidos son los más beneficiosos, ya que el calor aumenta la absorción de licopeno.
Calabaza – Bloquea compuestos cancerígenos
Conocida en algunas culturas como la “calabaza mágica”, este alimento rico en nutrientes ayuda a prevenir la obesidad, la diabetes, el colesterol alto y los niveles altos de grasa en la sangre.
La calabaza es rica en vitaminas A y C, calcio, fibra y triptófano, lo que ofrece numerosos beneficios para la salud, además de la prevención del cáncer.
Granada – Protege contra el cáncer de próstata
