El cliente compra un manojo de brócoli y luego ve algo que se mueve cerca del tallo

¿No odias cuando compras algo en el supermercado y te das cuenta de que no está tan fresco como pensabas que estaría cuando llegaste a casa?

No puedo contar la cantidad de veces que compré una bolsa de manzanas y descubrí que dos de ellas estaban dañadas. ¿O cuando compras un cartón de huevos, te olvidas de revisarlos y luego te das cuenta de que están rotos? ¡Incluso tuve la desgracia de recoger una barra de pan que ya había comenzado a enmohecerse!

Por otro lado, puedo decir con seguridad que nunca me he encontrado una serpiente en mis compras semanales…

Estoy seguro de que pocos de nuestros lectores se han encontrado con reptiles rastrillos escondidos entre sus frutas y verduras, pero un hombre de Birmingham, Reino Unido, sí lo hizo.