El Dolor Silencioso que Nos Está Robando la Vida

Bajar las escaleras sin agarrarte del pasamanos
Jugar lotería sentado en el suelo con tus nietos
Bailar danzón o cumbia sin que te duela nada
Caminar por el centro histórico sin parar cada 5 minutos

Eso no tiene precio.

¡Hoy es el Día para Recuperar Tus Rodillas!

Ve al mercado o carnicería, pide huesos con tuétano (muchos te los dan casi regalados), pon la olla y empieza tu transformación.

Tu futuro yo caminando libre, sin dolor y lleno de energía te estás esperando del otro lado de esa taza de caldo.

¿Te animas a darle a tu cuerpo lo que realmente necesitas?

¡Haz tu primer caldo hoy y en unas semanas me cuentas cómo volviste a bailar como cuando tenías 30!

Comparte este artículo con ese familiar que “ya no puede” con sus rodillas. Quizás le cambie la vida.