Aplicar este método durante una semana ayuda a mejorar la concentración, la digestión, la circulación e incluso el aspecto de la piel.
Señales de que estás deshidratado
La sed no siempre es la primera señal de alerta. Estas señales pueden indicar que tu cuerpo necesita más agua:
Boca seca o lengua pastosa.
Dolor de cabeza y fatiga.
Piel opaca o con picazón.
Orina oscura o con olor fuerte.
Antojos inexplicables de azúcar o sal.
Cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, sus funciones se ralentizan, lo que afecta todo, desde la digestión hasta el sistema inmunológico.
Hábitos que potencian los efectos del agua
El agua es el vehículo que transporta nutrientes y elimina toxinas, pero su efecto depende de cómo la consumas:
Evite beberlo demasiado frío, ya que puede afectar la digestión.
