Los investigadores probaron el veneno en varios tipos de células de cáncer de mama en placas de laboratorio y descubrieron que la melitina actúa como un arma de precisión. Perfora las membranas de las células cancerosas, provocando su rápida muerte. Lo que es aún más prometedor es que la melitina deja las células sanas prácticamente intactas, lo que sugiere que podría utilizarse en tratamientos con menos efectos secundarios que la quimioterapia o la radioterapia.
