Ensalada Mágica de Tomate

Un manojo de eneldo y perejil fresco – Las hierbas frescas aportan frescura, aroma y ese toque final que eleva el plato a otro nivel.

Preparación
Etapa 1: Comience lavando cuidadosamente los tomates bajo agua fría. Séquelos con un paño limpio y proceda a cortarlos en rodajas uniformes de aproximadamente medio centímetro de grosor, o en gajos del tamaño que prefiera. La uniformidad en el corte garantiza una presentación más atractiva y una mejor absorción del aderezo.

Etapa 2: En un bol mediano, prepare el aderezo mágico combinando el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de vino tinto y el agua. Agregue la sal, el azúcar y el pimentón dulce. Pele los dientes de ajo y píquelos finamente, luego incorpórelos a la mezcla. Bata vigorosamente con un tenedor o batidor hasta obtener una emulsión homogénea.

Etapa 3: Lave el pimiento dulce, retírele las semillas y las membranas blancas del interior. Píquelo en cubos pequeños y añádalo al aderezo preparado. Mezcle bien para integrar todos los ingredientes.

Etapa 4: Coloque los tomates cortados en una fuente amplia o ensaladera grande. Vierta el aderezo sobre los tomates, asegurándose de distribuirlo uniformemente. Con movimientos suaves y delicados, mezcle la ensalada para que cada trozo de tomate quede bien impregnado con el aderezo sin que se rompan las rodajas.

Etapa 5: Lave y seque el eneldo y el perejil fresco. Píquelos finamente y espolvoréelos generosamente sobre la ensalada como toque final. Reserve aproximadamente una cucharada de hierbas para decorar al momento de servir.

Etapa 6: Cubra la ensaladera con film transparente y refrigere durante al menos treinta minutos. Este tiempo de reposo es crucial para que los sabores se fusionen y los tomates absorban el aderezo, desarrollando esa magia característica del plato.

Variantes
Versión mediterránea enriquecida: Agregue aceitunas negras deshuesadas y queso feta desmenuzado para transformar esta ensalada en un plato más sustancioso con influencias griegas.

Variante picante: Para los amantes del picante, incorpore medio chile fresco finamente picado al aderezo o una pizca de pimienta cayena. Esto añadirá un toque de calor que contrasta maravillosamente con la frescura de los tomates.