Esta mañana salí al jardín, solo para regar las flores y ver si los gatos ya habían hecho sus necesidades, como suelen hacer. Pero en cuanto abrí la puerta, me golpeó un olor horrible. Era tan fuerte que sentí una opresión en el pecho y un sabor metálico en la boca.

Estos tentáculos están cubiertos de una mucosidad pegajosa y desprenden un horrible olor a carroña para atraer moscas y dispersar sus esporas.

Quienes lo ven por primera vez suelen pensar que se han topado con algo extraterrestre. Algunos incluso llaman a la policía o a los servicios de emergencia.

También me quedé impactado cuando me di cuenta de que esa « criatura » en mi jardín era solo un hongo: vivo, extraño y quizás una de las formas de vida más siniestras creadas por la naturaleza.

Ahora paso por este lugar todos los días. Ya no riego las flores.

Déjenlo crecer; el “regalo del diablo” no debe ser perturbado.

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