Esta planta purifica la sangre, la piel, los riñones, el hígado y el páncreas. Proceda de la siguiente manera:
En lugar de recurrir a bebidas energéticas azucaradas después del entrenamiento, piensa en comer un poco de apio. Aunque estas bebidas están diseñadas para restablecer el equilibrio electrolítico, su alto contenido de azúcar puede perjudicar tus objetivos de acondicionamiento físico.
El apio es rico en agua, lo que ayuda a prevenir la deshidratación, y también ofrece un buen equilibrio natural de potasio y sodio. Estos dos minerales son esenciales para regular la hidratación del cuerpo, lo cual es especialmente beneficioso para el buen funcionamiento de los riñones. ¿No te gusta morder el apio crudo? Intenta licuarlo en un batido para obtener un extra de hidratación después del ejercicio.
