Estas son las consecuencias de dormir con…

Limite el número de parejas: menos contactos significan menos exposición al virus.

El uso sistemático de equipos de protección –preservativos y barreras bucales– reduce el riesgo, pero no por completo.

Vacunación: Vacunas como Gardasil 9 protegen contra las cepas responsables de la mayoría de las verrugas genitales y los cánceres relacionados con el VPH. Se recomienda para niños de 11 a 12 años y para hombres de hasta 45 años.

Controles regulares: aunque no existe una prueba de VPH universal para hombres, los controles preventivos y las consultas con un especialista son esenciales.

Honestidad con la pareja: las conversaciones abiertas sobre la salud sexual mitigan los riesgos y permiten una toma de decisiones informadas.

Mitos comunes sobre el VPH en los hombres

Mito 1: Solo las mujeres deben preocuparse por el VPH.
Realidad: Los hombres también pueden desarrollar cánceres relacionados con el VPH y transmitir el virus.

Mito 2: El VPH solo afecta a personas “descuidadas”.
Realidad: Cualquier persona sexualmente activa puede infectarse, incluso con una sola pareja.

Mito 3: Si no tengo síntomas, no estoy infectado.
Realidad: La ausencia de síntomas no descarta el riesgo de ser portador y transmitir el virus.
Continúa en la página siguiente.

¿Qué debe hacer si sospecha que tiene una infección?

No se asuste: en la mayoría de los casos, la infección desaparece por sí sola. Sin embargo, es importante consultar con un médico. Un médico puede aconsejarle, tratar los síntomas visibles (como las verrugas) y evaluar el riesgo de complicaciones.
Pronóstico a largo plazo.

La buena noticia es que la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen sin consecuencias graves. La clave está en la concientización, la vacunación y las conductas preventivas. Con un enfoque responsable, el VPH no debería afectar tu salud ni tus relaciones.
Conclusión.