No existe una cura definitiva, pero sí hay formas efectivas de manejarla, reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. El tratamiento debe ser integral, es decir, físico, emocional, psicológico y natural si es posible.
Muchos pacientes mejoran considerablemente al adoptar una combinación de:
- Cambios en el estilo de vida
- Remedios naturales
- Terapias físicas
- Tratamiento médico profesional
Tratamientos médicos comunes
- Medicamentos para el dolor: paracetamol, tramadol (en casos severos).
- Antidepresivos: ayudan a mejorar el sueño y controlar el dolor.
- Relajantes musculares
- Antiepilépticos como pregabalina o gabapentina (reducen la hipersensibilidad neuronal)
- Terapia psicológica o cognitivo-conductual
Sin embargo, muchos de estos tratamientos tienen efectos secundarios, por lo que muchas personas buscan alternativas naturales.
Remedios naturales que ayudan a aliviar la fibromialgia
La medicina natural no sustituye el tratamiento médico, pero puede complementar y mejorar la calidad de vida significativamente. A continuación, los más recomendados:
1. Infusión de cúrcuma y jengibre
Propiedades: antiinflamatoria, analgésica, antioxidante.
Preparación:
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 trozo de jengibre fresco rallado
- Hervir en 2 tazas de agua por 10 minutos
- Endulzar con miel y beber 2 veces al día
2. Baños con sal de Epsom
La sal de Epsom (sulfato de magnesio) relaja los músculos y reduce la inflamación.
Uso:
- Agrega 2 tazas a una tina de agua caliente
- Remoja el cuerpo durante 20 minutos
- Hacerlo 3 veces por semana
3. Aceite esencial de lavanda
Reduce el dolor, calma la ansiedad y mejora el sueño.
Uso:
- Inhalación directa o difusor
- Masajes suaves en cuello, espalda y sienes con unas gotas diluidas en aceite de coco
4. Té de manzanilla con valeriana
Excelente para el insomnio y la ansiedad.
Preparación:
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