El flan casero de vainilla representa una de las joyas más preciadas de la repostería tradicional española y latinoamericana, donde la simplicidad de los ingredientes básicos se transforma en una experiencia culinaria extraordinaria. Este postre emblemático ha sido durante siglos el símbolo de la hospitalidad familiar, convirtiendo cada mesa en un escenario de dulces momentos compartidos. La perfección de su textura sedosa, combinada con el caramelo dorado que lo corona, crea una sinfonía de sabores que despierta los sentidos y evoca recuerdos entrañables de la cocina de nuestras abuelas
