Las galletas de almendra muy fáciles están riquísimas. Lo mejor de estas galletas, además de ser muy fáciles de hacer, es su exquisito sabor, que gusta a todos los miembros de la familia. Hacerlas siempre es un acierto. Lo único malo es que se acaban enseguida, pero no te arrepentirás.
Para disfrutar de riquísimas galletas de almendra muy fáciles lo primero que hay que hacer es precalentar el horno a 170º C., con calor por arriba y por abajo.
A continuación separamos las claras y las yemas, y montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
