descongelado, a la mezcla de carne. Remueve suavemente para combinar todos los ingredientes de manera uniforme. Retira la sartén del fuego.
Montar la cazuela:
Coloca una tortilla en el fondo de la fuente para hornear previamente engrasada, cubriendo la superficie.
Extiende una capa de la mezcla de carne sobre la tortilla. Espolvorea generosamente con queso cheddar y mozzarella rallados, asegurándote de cubrir toda la superficie.
Repite el proceso: Coloca otra tortilla, seguida de una capa de mezcla de carne y queso. Continúa hasta que hayas utilizado todos los ingredientes, terminando con una última capa de queso.
Hornear en dos etapas:
Cubre la fuente para hornear con papel de aluminio. Hornea durante 20 minutos. Esto ayudará a que los ingredientes se calienten de manera uniforme y el queso se derrita sin quemarse.
Retira el papel de aluminio y hornea durante 10 minutos más, o hasta que el queso esté burbujeante, dorado y ligeramente gratinado. Vigila la cazuela para evitar que el queso se queme.
Dejar reposar y servir: Una vez horneada, retira la cazuela de carne del horno y déjala reposar durante unos 5 minutos antes de cortarla y servirla. Esto permitirá que los ingredientes se asienten y los sabores se mezclen aún más. Opcionalmente, puedes decorar con una cucharada de crema agria y cilantro fresco picado para un toque extra de sabor y frescura.
Consejos y variaciones
