Introducción.
Tres meses antes de mi boda, me di cuenta de que quería caminar hacia el altar sintiéndome completamente cómoda, no solo con mi vestido, sino también conmigo misma. Evité las dietas extremas y el ejercicio intenso. En cambio, me centré en hábitos sostenibles, y un pequeño ritual diario marcó la diferencia: un vaso de bebida natural para quemar grasa cada mañana. Me ayudó a controlar los antojos, me dio energía, mejoró mi digestión y me facilitó la pérdida de peso. Perdí 11 kilos en 90 días y, lo más importante, me sentí segura, ligera y radiante en mi gran día. Esta es la receta exacta que se convirtió en mi secreto.
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