Uso excesivo de limpiadores líquidos.
Las placas de vitrocerámica requieren solo una pequeña cantidad de limpiador. Aplicar demasiado líquido puede provocar la acumulación de residuos, enturbiando la superficie y creando una capa pegajosa que atrae más suciedad. El exceso de líquido también puede penetrar las juntas de la placa, lo que podría dañar los mecanismos internos.
Descuidar el mantenimiento regular:
Muchas personas posponen la limpieza de sus placas de vitrocerámica hasta que están visiblemente sucias. Para entonces, los residuos de comida y las manchas pueden haberse solidificado, lo que dificulta mucho su eliminación. Descuidar la limpieza regular no solo complica la tarea, sino que también aumenta el riesgo de manchas persistentes o daños.
Una solución sencilla y sin esfuerzo para limpiar su vitrocerámica
