Magnesio: Energía y soporte muscular.
El magnesio es otro mineral vital que participa en la producción de ATP, la energía celular. Una ingesta insuficiente de magnesio puede causar calambres y fatiga muscular. Para mantener niveles adecuados de magnesio, se recomienda consumir aproximadamente 420 mg al día. Las semillas de calabaza, las semillas de girasol y las verduras de hoja verde son excelentes fuentes de magnesio.
Vitamina B1: La solución definitiva
. La vitamina B1, o tiamina, desempeña un papel crucial en el metabolismo de los carbohidratos. Permite que el cuerpo convierta los carbohidratos en energía. Una deficiencia de B1 dificulta esta conversión, lo que conlleva la acumulación de azúcar y agrava el proceso de glicación. El consumo excesivo de carbohidratos refinados agota las reservas de B1 del cuerpo, lo que provoca no solo problemas circulatorios, sino también neuropatía periférica, caracterizada por ardor o entumecimiento en los pies.
Reduzca el azúcar para mantener los beneficios.
Incluso al aumentar la ingesta de potasio, magnesio y vitamina B1, es fundamental reducir el consumo de carbohidratos refinados para prevenir la reaparición del edema. Mientras se sigan consumiendo estos carbohidratos, la hinchazón y otros síntomas volverán. Por lo tanto, una dieta equilibrada baja en azúcares refinados es clave para prevenir el edema y mejorar la salud celular en general.
Fuente: Dr. Eric Berg DC
