En resumen
, en lo que respecta a la salud renal y la proteinuria, pequeños cambios pueden marcar la diferencia. La vitamina D ayuda a equilibrar la presión y la filtración. Las vitaminas del complejo B favorecen la reparación y la regeneración. La vitamina E protege desde el interior. Juntas, forman un trío de apoyo natural para los riñones.
¿Y si mañana por la mañana hicieras algo tan sencillo como comer un puñado de almendras, dar un paseo al sol o prepararte una tortilla de espinacas? No es solo un desayuno; es el primer paso para fortalecer tus riñones.
Porque la verdad es que tus riñones no piden perfección, solo cuidados constantes. Y esos cuidados pueden empezar ahora mismo, con algo tan sencillo como una vitamina.
