Tipos de sangre A, B y AB: más vulnerables a la inflamación
Las personas con estos tipos de sangre pueden enfrentar mayores desafíos a medida que envejecen, como:
Niveles más elevados de inflamación crónica, que es un factor clave en el envejecimiento y la enfermedad.
Riesgo ligeramente mayor de hipertensión arterial y de algunas enfermedades neurológicas relacionadas con la edad.
Se necesitan medidas preventivas más estrictas, aunque esto no los condena a un envejecimiento deficiente.
Estos grupos se benefician especialmente de cambios en un estilo de vida activo, como la dieta, el manejo del estrés y las revisiones periódicas.
