Coloque dos tazas de azúcar y una taza y media de agua en una cacerola o jarra de leche. Mezcle bien. Coloque a fuego alto y deje que hierva. Cuando empiece a hervir, cocine a fuego lento durante dos minutos y luego apague el fuego.
Vierta la mezcla de agua y azúcar en una licuadora y agregue las dos tazas de leche en polvo.
Licúe durante tres minutos hasta que esté suave. Transfiera la leche evaporada a un recipiente y deje enfriar.
Una vez fría, póngala en el refrigerador durante unas horas para que alcance la consistencia ideal.
Consejo adicional:
Cuando la leche evaporada casera está en el refrigerador, es normal que se forme un poco de espuma en la superficie. Si lo prefiere, puede retirarla con una cuchara, pero no es necesario.
Esto no afecta el sabor ni la consistencia de la leche evaporada. Y si solo quiere preparar una lata de leche condensada, ¡simplemente reduzca las cantidades a la mitad! Prepara esta receta en casa y descubre lo fácil y delicioso que es tener siempre leche condensada casera a mano. ¡No olvides compartirla con tus familiares y amigos y dejarme tu opinión en los comentarios! ¡Un beso y nos vemos en la próxima!
