Se suele decir que «una manzana al día mantiene al médico alejado». Pero tras este dicho popular se esconde una verdadera joya nutricional. Esta fruta crujiente, dulce y ligeramente ácida a la vez, podría convertirse en tu mejor aliada para el bienestar. Una digestión más fluida, un mejor estado de ánimo, una figura más esbelta… La manzana es, sin duda, un pequeño milagro de la naturaleza. ¿Por qué esta fruta, aparentemente tan común, aporta tantos beneficios a nuestro organismo?
Digestión óptima gracias a la pectina

¡Y eso no es todo! Dado que una gran parte de nuestras defensas inmunitarias reside en el intestino, cuidar la flora intestinal también fortalece las defensas naturales sin que siquiera te des cuenta.
Un corazón que late suavemente
Las manzanas son verdaderas aliadas del corazón. Su piel, rica en polifenoles y fibra, ayuda a equilibrar los niveles de colesterol. Al limitar el colesterol LDL (“malo”), contribuyen a mantener las arterias flexibles y un sistema cardiovascular saludable.
Un pequeño beneficio adicional: las manzanas contienen potasio, un mineral que ayuda a estabilizar la presión arterial. En resumen, una fruta muy sencilla, pero una aliada incomparable para el corazón .
