4. Favorece la salud intestinal:
Una microbiota intestinal sana es esencial para la digestión, la inmunidad e incluso la salud mental. Los frutos secos actúan como prebióticos naturales, favoreciendo el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. Un ecosistema intestinal equilibrado puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la absorción de nutrientes.
5. Puede contribuir al control del peso:
Si bien los frutos secos son ricos en calorías, pueden ayudar a controlar el peso cuando se consumen con moderación. Su combinación de proteínas, fibra y grasas saludables promueve la saciedad: te sientes lleno durante más tiempo y es menos probable que comas en exceso.
6. Ayuda a controlar el
azúcar en sangre.
Para las personas con diabetes o que desean prevenirla, los frutos secos pueden ser una buena opción. Su bajo contenido en carbohidratos y su alto contenido en grasas saludables ayudan a estabilizar el azúcar en sangre, mientras que los antioxidantes mejoran la sensibilidad a la insulina.
7. Fáciles de incorporar a cualquier comida.
Añadir frutos secos a tu dieta es sencillo y delicioso. Agrégalos a tus gachas de avena o yogur por la mañana, espolvoréalos sobre ensaladas para darles un toque crujiente, incorpóralos a batidos o disfrútalos solos. Incluso puedes usar frutos secos picados finamente como un empanado saludable para pollo o pescado.
