Prepare el área: Coloque toallas o trapos alrededor del congelador para recoger el agua que se forma al derretirse el hielo. Esto ayudará a mantener el área limpia.

Use un calefactor: Coloque un calefactor o un secador de pelo sobre la puerta abierta del congelador para que el aire caliente entre directamente. Esto acelerará el proceso de derretimiento al elevar la temperatura dentro del congelador.

Aplique agua tibia (opcional): Si el hielo es muy grueso, puede verter agua tibia sobre las zonas heladas para facilitar su derretimiento. Asegúrese de que el agua no esté demasiado caliente para evitar dañar las superficies interiores del congelador.

Retire el hielo derretido: Use una espátula de plástico para retirar los trozos más grandes. Evite usar herramientas metálicas u objetos afilados para evitar dañar el interior del congelador.

Seque el interior: después de haber retirado todo el hielo, limpie el interior del congelador con un paño seco para evitar que se forme hielo nuevo.

Ventajas de este método

Este método le permite acortar el tiempo de descongelación de su congelador sin interrumpir su funcionamiento. Usando un calefactor y, si es necesario, agua tibia, puede agilizar y facilitar el proceso de descongelación, manteniendo los alimentos dentro sin interrupciones.